lunes, 8 de diciembre de 2014

A veces primero hay que dar un salto de fe ... La confianza viene después

Con esta consejo que recibe, Clark decide arriesgarlo todo cuando nadie creía en él en Superman Man of Steel.

Cuántas veces cuando las cosas salen mal, la gente falla o el ambiente es hostil nos antoja dejarlo todo, dejar de creer en los demás, abandonar proyectos, perder la fe en otros, optar por la desconfianza mutua, una guerra fría tácita. El cambio puede venir cuando a pesar de todo lo intentamos e inspiramos a otros lo que incluso nosotros no teníamos.



La mitad de Superman: Man of Steel no se centra en la pelea sino en el conflicto interno de Clark, de ser el diferente, de cómo afronta el rechazo de la humanidad solo por ser distinto. Quien hubiera podido como cualquiera en su situación joven optar por abusar de su poder o sumirse en la depresión. Esa etapa de confusión y búsqueda de sí mismo se ve en su viaje ayudando a los demás para luego recibir como recompensa tener que huir como un vagabundo.

Después de un últimatum del general Zod que lo pone en jaque. De buscar su propio beneficio o apoyar a la humanidad a pesar de todo el rechazo repetido. Clark como último recurso visita al Sacerdote en busca de consejo y le cuenta su dilema. “¿Qué te dicen tus instintos?” le pregunta el cura a lo que Clark contesta “¡Que no puedo confiar en Zod!, !pero tampoco puedo confiar en los humanos!”.

No merecían la confianza. Le pedían ayuda solo en una situación de conveniencia. Cómo creerles que ahora todo será diferente?. Decepcionado porque el sacerdote no lo pudo ayudar, solo confundir más, se va. Y justo cuando terminar por cruzar la puerta el cura le dice una frase apelando a su calidad humana que aún conserva: “A veces primero hay que hacer un salto de fe, la confianza viene después" (esta parte me recuerda cuando de niño salvó a un abusón que lo molestaba de morir ahogado y luego este se hizo su más grande admirador, no dice la película si el sacerdote es el mismo niño que rescató).

Creer una vez más, darles otra oportunidad a la humanidad y entregarse para salvarlos lo cambió todo, porque ese acto inspiró a los demás a devolverles la confianza depositada en ellos.


Ahora que vemos vícitmas del bullying, tomar malas decisiones por ser acosados por ser distintos; distinta raza, orientacíón sexual, condición social, o hasta por ser la más bonita o más inteligente, me hace pensar en que a veces podemos no merecer la confianza de otros, pero aquel que la da termina siendo el más fuerte al final.



No hay comentarios:

Publicar un comentario